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Estilos de Vida saludable (Healthy life) en el adulto mayor según la OMS: Consejos y recomendaciones

A medida que envejecemos, mantener un estilo de vida saludable es cada vez más importante para el bienestar general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el impacto de los hábitos saludables en los adultos mayores y ha puesto en marcha la Década del Envejecimiento Saludable para promover la longevidad y mejorar la vida de las personas mayores. Este artículo tratará sobre las recomendaciones de la OMS para un estilo de vida saludable en los adultos mayores, incluida la actividad física regular, evitar sustancias nocivas y mantener el bienestar social y emocional. Sigue estos consejos y recomendaciones para llevar una vida sana y plena en tus años dorados.

Realizar actividad física con regularidad

Al promover un estilo de vida sano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la actividad física regular para los adultos mayores. Participar en actividades como caminar, nadar o practicar tai chi puede mejorar y mantener significativamente el bienestar físico y mental. La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana para los adultos mayores, así como actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana. Además, se recomiendan ejercicios de equilibrio y coordinación para ayudar a prevenir las caídas, que pueden ser especialmente perjudiciales para las personas mayores.

Por otra parte, la actividad física regular desempeña un papel vital en la prevención de enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer. También ayuda en la gestión de diversas afecciones, como la hipertensión y la diabetes, que son más frecuentes en los grupos de edad avanzada. La OMS subraya la importancia de adaptar los programas de actividad física teniendo en cuenta el estado de salud, la movilidad y la forma física de cada persona, y anima a incorporar elementos sociales y de disfrute para fomentar la adherencia a largo plazo a la actividad física.

Además, la organización destaca el papel de los entornos construidos y comunitarios accesibles y adaptados a la edad para facilitar y promover la actividad física entre los adultos mayores. Al crear espacios seguros e inclusivos para el ejercicio y el ocio, las comunidades pueden contribuir significativamente a la salud y el bienestar de sus residentes de más edad. La OMS alienta la colaboración entre los sectores sanitario y urbanístico para garantizar que el entorno físico favorezca un envejecimiento activo y saludable, en consonancia con los objetivos del Decenio del Envejecimiento Saludable.

Evitar el consumo de tabaco y alcohol

La OMS ofrece consejos claros e inequívocos sobre cómo evitar el consumo de tabaco y alcohol para promover un estilo de vida saludable para los adultos mayores. Los efectos adversos para la salud del consumo de tabaco, incluido su papel en el desarrollo de diversos cánceres, enfermedades respiratorias y trastornos cardiovasculares, son especialmente preocupantes para las personas mayores. La organización subraya la importancia de realizar esfuerzos integrales y sostenidos para ayudar a los adultos mayores a abandonar el consumo de tabaco y protegerlos de la exposición al humo de segunda mano. Esto incluye la puesta en práctica de intervenciones para dejar de fumar adecuadas a la edad y la aplicación de políticas antitabaco en los entornos pertinentes.

Igualmente, la OMS destaca los riesgos potenciales para la salud asociados al consumo de alcohol, especialmente en el contexto del envejecimiento. Aunque reconoce que el consumo moderado de alcohol puede no plantear riesgos significativos para algunas personas, la organización recomienda que los adultos mayores que consuman alcohol lo hagan con moderación y de acuerdo con las orientaciones proporcionadas por los profesionales sanitarios. Además, la OMS subraya la necesidad de estrategias eficaces para identificar y abordar el consumo indebido de alcohol y proporcionar apoyo y asesoramiento adecuados a las personas mayores que puedan estar experimentando problemas relacionados con el alcohol.

Mantener una higiene personal adecuada

La higiene personal es un componente integral de la salud y el bienestar generales, y reviste especial importancia para los adultos mayores. La OMS subraya la importancia de mantener unas prácticas de higiene personal adecuadas para prevenir infecciones, promover la salud cutánea y bucodental, y mantener un sentimiento de dignidad y comodidad. El apoyo adecuado y el acceso a los recursos para la higiene personal, incluida la ayuda para el baño, el aseo y el tratamiento de la incontinencia, son esenciales para las personas mayores, especialmente las que tienen limitaciones funcionales o necesidades sanitarias. La organización subraya el papel de los servicios de atención primaria y de apoyo a largo plazo, adaptados e integrados, a la hora de abordar las necesidades de higiene personal de los adultos mayores y de garantizar que dichas necesidades se satisfagan con respeto y sensibilidad.

Además, la OMS destaca la importancia de las iniciativas de educación y concienciación para proporcionar a los adultos mayores la información y las habilidades necesarias para mantener unas buenas prácticas de higiene personal. Capacitando a las personas y a sus cuidadores con conocimientos sobre la higiene adecuada de las manos, el cuidado de la piel y las heridas, la higiene dental y otros aspectos relacionados, la organización pretende reducir el riesgo de problemas de salud comunes relacionados con la higiene y promover un enfoque positivo y beneficioso para la salud del cuidado personal entre las poblaciones de edad avanzada.

Sigue una dieta sana

Garantizar una dieta sana y equilibrada es crucial para la salud general y la calidad de vida de los adultos mayores, y la OMS ofrece directrices y recomendaciones exhaustivas en este ámbito. Una dieta nutritiva, rica en una variedad de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables, puede ayudar a las personas mayores a mantener un peso corporal saludable, favorecer la función inmunitaria y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cardiopatías, hipertensión y diabetes de tipo 2. La OMS subraya la importancia de una hidratación adecuada y de limitar el consumo de alimentos y bebidas ricos en azúcares añadidos, sal y grasas poco saludables, que pueden contribuir a aumentar el riesgo de padecer ciertos problemas de salud, como obesidad, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares entre los adultos mayores.

Además, la organización destaca la necesidad de planes de nutrición personalizados que tengan en cuenta las necesidades dietéticas únicas, las preferencias culturales y los cambios metabólicos que pueden producirse con el envejecimiento. Trabajando con profesionales sanitarios cualificados, los adultos mayores pueden recibir asesoramiento y apoyo nutricional a medida para abordar problemas específicos como la desnutrición, la inseguridad alimentaria o los cambios en el apetito y la digestión relacionados con la edad. La OMS también promueve el uso de recursos educativos, demostraciones de cocina e iniciativas comunitarias para mejorar los conocimientos y habilidades nutricionales de los adultos mayores, y para fomentar un entorno social y de apoyo que favorezca hábitos alimentarios saludables.

Además, la OMS subraya la importancia de la seguridad alimentaria y la prevención de las enfermedades transmitidas por los alimentos, que pueden tener graves consecuencias para las personas mayores. Al promover directrices sobre la manipulación, conservación y preparación seguras de los alimentos, la organización pretende salvaguardar la salud de las personas mayores y reducir al mínimo el riesgo de posibles complicaciones relacionadas con la alimentación.

Mantener una vida social activa

Al reconocer el importante impacto de las conexiones e interacciones sociales en el bienestar de las personas mayores, la OMS subraya la importancia de mantener una vida social activa y comprometida. Las actividades sociales regulares y los compromisos significativos pueden ayudar a prevenir los sentimientos de aislamiento y soledad, fomentar la agudeza mental y proporcionar apoyo emocional y ánimo. La organización anima a desarrollar entornos comunitarios adaptados a la edad que fomenten la inclusión social y la participación, y que ofrezcan a las personas mayores oportunidades de conectar, contribuir y participar en actividades que sean significativas para ellas.

Además, la OMS destaca el papel de los programas e iniciativas intergeneracionales que promueven la interacción entre grupos de distintas edades, como forma de facilitar el intercambio de conocimientos, habilidades y perspectivas, y de fomentar la comprensión mutua y la solidaridad dentro de la comunidad. Promoviendo una cultura de respeto y aprecio por las personas de todas las edades, las comunidades pueden crear un tejido social propicio y solidario en el que los adultos mayores se sientan valorados y puedan participar activamente y contribuir a la vida social.

Tener apoyo emocional y acompañamiento

El apoyo emocional y el acompañamiento son elementos esenciales de una vida sana y plena para los adultos mayores. La OMS subraya la importancia de unas redes sociales fuertes y solidarias que puedan proporcionar a las personas mayores un sentimiento de pertenencia, propósito y seguridad. Cultivando y manteniendo relaciones positivas y enriquecedoras con familiares, amigos, cuidadores y compañeros, los adultos mayores pueden experimentar un mayor bienestar emocional, resiliencia y satisfacción en su vida cotidiana. La organización promueve el desarrollo de grupos de apoyo entre iguales, servicios de asesoramiento y recursos de salud mental adaptados específicamente a las necesidades de las poblaciones de edad avanzada, y que ofrezcan espacios seguros y enriquecedores para que las personas expresen sus sentimientos, compartan experiencias y busquen ayuda cuando se enfrenten a problemas emocionales o psicológicos.

Además, la OMS hace hincapié en el papel de los profesionales de la atención sanitaria y social a la hora de identificar y abordar las necesidades emocionales y psicosociales de los adultos mayores, y de proporcionar apoyo integral y compasivo a quienes puedan estar experimentando soledad, ansiedad, depresión o duelo. Al integrar consideraciones de salud mental y emocional en la prestación de servicios de atención y apoyo, la organización pretende garantizar que las personas mayores reciban la atención holística y centrada en la persona que necesitan para mantener un estado emocional positivo y resistente a medida que envejecen.

Mantener una actitud optimista y un sentido de la vida

Fomentar una actitud optimista y un sentido de la vida es un aspecto clave para promover una experiencia saludable y satisfactoria para los adultos mayores. La OMS subraya la importancia de cultivar una mentalidad positiva y resistente, y de permitir que las personas mayores sigan participando activamente en actividades que les aporten alegría, satisfacción y sensación de logro. Fomentar la búsqueda de intereses personales, aficiones y oportunidades de aprendizaje permanente puede ayudar a las personas mayores a mantener una actitud positiva, permanecer mentalmente estimuladas y experimentar una mayor sensación de vitalidad y propósito.

Además, la organización destaca el valor de promover actitudes positivas hacia la edad y disipar estereotipos y percepciones negativas relacionadas con el envejecimiento. Mediante la creación de entornos sociales y culturales solidarios e integradores que valoren las contribuciones y la sabiduría de las personas mayores, la OMS pretende mejorar la autoestima, la capacitación y la calidad de vida general de los adultos mayores, y permitirles envejecer con dignidad y respeto. La organización también fomenta la provisión de recursos de información, comunicación y tecnología accesibles y adaptados a la edad, que faciliten la participación de las personas mayores en el mundo digital y les permitan seguir conectados, informados y comprometidos con las actividades y afanes que son significativos para ellos.

Mejorar la calidad del sueño

La OMS reconoce la importancia de abordar y mejorar la calidad del sueño de las personas mayores como componente fundamental de un estilo de vida saludable. Un sueño adecuado y reparador es esencial para el rejuvenecimiento físico y cognitivo, y desempeña un papel fundamental en la prevención de los trastornos del sueño y el mantenimiento del bienestar general. La organización proporciona orientación basada en pruebas para promover una buena higiene del sueño y abordar los problemas comunes relacionados con el sueño que son frecuentes en la tercera edad, como el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas y la apnea del sueño.

Además, la OMS hace hincapié en el papel de crear un entorno de sueño cómodo y de apoyo, y en la adopción de técnicas de relajación y reducción del estrés para mejorar la calidad del sueño de los adultos mayores. Abordando los factores que pueden perturbar o comprometer el sueño, como el ruido, la luz o la incomodidad excesivos, y estableciendo rutinas de sueño constantes y saludables, las personas mayores pueden experimentar una mejor calidad del sueño y un mejor funcionamiento diurno. La organización también aboga por la evaluación y el tratamiento adecuados de los trastornos del sueño en los adultos mayores, y promueve la integración de las consideraciones sobre la salud del sueño en los programas integrales de salud y atención, para garantizar que las personas mayores reciban el apoyo y los recursos necesarios para abordar sus necesidades específicas relacionadas con el sueño y lograr un sueño óptimo y reparador de forma regular.

Adoptar hábitos de vida activos

La adopción de hábitos de vida activos es una piedra angular de la visión de la OMS sobre el envejecimiento saludable y el bienestar entre los adultos mayores. Al fomentar la integración de la actividad física, la alimentación sana y el compromiso social en las rutinas diarias, la organización trata de promover un enfoque holístico y proactivo del envejecimiento que haga hincapié en el potencial de vitalidad, independencia y plenitud. La OMS promueve el desarrollo de iniciativas políticas y medioambientales favorables a las personas mayores que faciliten y fomenten una vida activa, incluida la creación de espacios urbanos accesibles y transitables, la provisión de instalaciones sanitarias y de ocio basadas en la comunidad, y la promoción del aprendizaje permanente y las oportunidades de voluntariado para las personas mayores.

Además, la organización hace hincapié en el papel de la atención sanitaria primaria y los servicios de atención a largo plazo a la hora de proporcionar a las personas mayores los recursos, la información y el apoyo necesarios para adoptar y mantener hábitos de vida activos. Integrando la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y los servicios de rehabilitación, los profesionales sanitarios pueden trabajar en colaboración con las personas mayores para desarrollar planes personalizados y sostenibles de bienestar físico, nutricional y social, y capacitarles para llevar una vida activa, útil y socialmente conectada a medida que envejecen. La OMS también aboga por la incorporación de los principios del envejecimiento activo y saludable en la formación y la educación en materia de salud pública y asistencia social, para garantizar que los profesionales de distintas disciplinas estén equipados con los conocimientos y las habilidades necesarios para apoyar y promover eficazmente el bienestar holístico de los adultos mayores en sus respectivos entornos de práctica y comunidades.

Conclusión

En conclusión, seguir un estilo de vida saludable de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud puede beneficiar enormemente a los adultos mayores al promover la salud y el bienestar generales. La actividad física regular, la elección de una dieta sana, evitar el tabaco y el alcohol, y mantener las interacciones sociales son aspectos cruciales para lograr la longevidad y reducir las desigualdades sanitarias. Es importante incorporar estos hábitos a las rutinas diarias y buscar el apoyo de los seres queridos para llevar una vida feliz y sana.

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